En vista de que ya estamos sumergidos de pleno en el corazón del verano y que la sandalia se hace protagonista indiscutible en esta época, vamos a dedicarle a nuestros pies un breve espacio para lucirlos estupendos y bellos.
Cuando toca descubrir los pies, optamos por embellecerlos, profesándoles un cuidado extra a base de limados, cremas, exfoliantes…y las mujeres le añadimos un plus con el esmaltado de las uñas.
En este post quiero hablaros sobre ese cuidado extra en general y sobre el esmaltado en particular.
Como en cada periodo estival, al quitarnos los calcetines o medias y pasar del calzado cerrado al descubierto, nos damos cuenta de que los pies tienden a secarse rápidamente, especialmente en lugares de clima menos húmedo y altas temperaturas, apareciendo zonas de piel reseca y blanquecina en el contorno de los mismos, sobre todo en los bordes del talón y en la zona interna del primer dedo. Estas antiestéticas sequedades pueden combatirse fácilmente y de una forma muy sencilla con el simple hábito de limarlas dos veces por semana y aplicar cada noche un producto de alta hidratación. El limado podemos llevarlo a cabo tanto con una piedra pómez (de aplicación en húmedo, ya sea en la ducha o durante un baño de pies) o con una lima especial de pies, que se aplica en seco. También podemos completar este tratamiento con el uso de un exfoliante semanal, que añadirá un plus de bienestar y belleza a nuestros pies, pues si están libres de durezas y luciendo una piel elástica, obviamente eso se traducirá en una mayor sensación de comodidad.
Respecto a la hidratación de los mismos, hay que recalcar que es en verano cuando más necesaria se hace por los motivos antes descritos y por ello debemos hacer uso de productos de calidad eficientes y beneficiosos para nuestros queridos pies. No vale utilizar cualquier crema o ungüento, no todas son aptas ni aportan los mismos nutrientes a la piel. Los productos más apropiados y de mejor resultado son aquellos que por sus características oleosas hidratan verdaderamente la piel. Dentro de esta gama de productos, y tras experimentar con varios, me decanto por los aceites esenciales de Sublime Oils, que además de ser 100% de origen natural y ecológicos, contribuyen a una labor social ayudando a las comunidades de mujeres africanas en los países de donde proceden.
Para la piel es especialmente recomendable el aceite de Marula, debido a sus excepcionales propiedades nutritivas, hidratantes, suavizantes y revitalizadoras, gracias a su alto contenido en Omega 9. Una pequeña cantidad es necesaria para una hidratación intensa y de fácil absorción.
Las mujeres, además, añadimos el esmaltado como un complemento de belleza y estética a los pies, lo cual suele resecar considerablemente las uñas debido a los componentes químicos de dichos esmaltes. Es por eso que conviene quitar el esmalte tras 6-7 días de permanencia y darle un respiro a las uñas durante otros 4-5 días, aplicando en ellas aceites que las rehidraten, antes del nuevo esmaltado. El aceite que recomiendo en este caso es el de Melón del Kalahari, de elevado contenido en Omega 6, un ácido graso que nuestro cuerpo es incapaz de sintetizar, y que aportará a las uñas hidratación y protección gracias a sus esteroles y vitaminas A, C y E, ideales para combatir la inflamación de las cutículas de las mismas.
Con estos básicos y sencillos consejos, mantendremos nuestros pies en perfecto estado durante todo el verano para lucirlos estupendamente. ¡Y a disfrutar!