LOS PIES EN EL DIABÉTICO

La Diabetes es una de las enfermedades de tipo crónico más frecuentes, que tiene importancia tanto por las repercusiones que provoca en el estado de salud de la persona que la padece, como por los trastornos que origina en su calidad de vida.

El pie diabético es la complicación de la diabetes con mayores implicaciones económicas y sobre la calidad de vida. Se puede presentar como la pérdida de sensibilidad por Neuropatía y por la presencia de deformidades, ocasionadas en la mayoría de los casos por el uso de calzado incorrecto. Las lesiones en el sistema nervioso pueden manifestarse como pérdida  de la sensibilidad de los pies, e incluso deformarlos, produciendo puntos de presión anormales que ocasionan ampollas, irritaciones o úlceras. Debido a la mala circulación de la sangre, estas lesiones tardan en curarse.

Cada 30 segundos se pierde una pierna debido a la Diabetes y hasta un 85% de estas amputaciones son prevenibles.

Mediante cuidados podológicos y una educación adecuada es posible obtener una importante reducción del número de amputaciones y mantener los pies en condiciones óptimas.

La persona con Diabetes debe saber que las medidas de prevención constituyen las medidas terapeúticas más eficaces y fáciles de implantar. Seguir las recomendaciones sobre el cuidado de los pies y las uñas es fundamental así como procurarse revisiones periódicas de los mismos.

CUIDADOS GENERALES

1.- Lavado diario de los pies en agua tibia con un jabón apropiado.

2.- Secado exhaustivo.

3.- Hidratación de la piel con crema.

4.- Revisar los pies diariamente, prestando atención a:

Lesiones entre los dedos.
Durezas en la planta del pie.
Callosidades en los dedos o entre ellos.
Grietas.
Ampollas.
Zonas con cambios de coloración.
Heridas o Ulceras.
Uñas encarnadas.

5.- No utilizar Callicidas.

6.- Medias y calcetines de fibras naturales y sin costuras.

CALZADO ADECUADO

1.- Calzado cómodo, que no haga daño.

2.- De piel y ligero de peso, con suela antideslizante y flexible, con puntera cuadrada.

3.- Antes de ponértelos, revísalos con las manos y asegúrate de que no haya ningún cuerpo extraño, ni costura prominente ni rotos internos.

4.- Deshecha los zapatos rotos o deformados.

A la hora de compra unos zapatos:
1.- Compra el calzado por la tarde, porque es cuando los pies están más dilatados.

2.- Los zapatos de cuero permiten la transpiración y ayudan a mantener los pies limpios y secos.

3.- Deben tener un contrafuerte en la parte posterior y suelas algo blandas.

NO OLVIDES VISITAR PERIÓDICAMENTE A TU PODÓLOGO.

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